lunes, 17 de mayo de 2010
Hermanos en Armas
Es algo terrible darse cuenta que uno tiene algo cuando lo esta perdiendo. Eso es lo que me paso con mi hermano.
Nosotros vivimos en Barraquilla, en una casona grande que esta cerca del río, con unos parajes de hierbas y flores, en lo que recuerdo jugaba con mi madre. Desgraciadamente es uno de los pocos momentos que estuvimos comunicados.
Con mi padre la relación era más fácil, el se ocupaba de lo suyo y yo de lo mío, mi hermano era el consentido de mi padre. Al transcurrir el tiempo mi hermano Ezequiel se contagio de la terrible enfermedad del VIH “SIDA”.
En aquel entonces contaba con mi mejor amigo quien se llama Marcos, nuestros padres estudiaron juntos y hasta ahora se reúne para jugar tenis, una tarde estábamos jugando pelota y entramos por la puerta de cocina ya que Marcos tenia los zapatos sucios y logre escuchar la voz de Ezequiel y la de mis padres, mi madre tenia las manos en el rostro y los ojos llenos de lágrimas.
Mi hermano había llegado a decirles a mis padres que tenía SIDA, pero decir la verdad mi padre me prohibió andar con él.
El tuvo su primera recaída y partir de ese momento vinieron largos tratamientos, a mi no me dejaron verlo, a los tres meses que lo vi, estaba completamente distinta sin luz en su mirada y con una tristeza en su alma.
Al recuperase un poco empecé a visitarlo en su casa un día me dijo- sabes por que quiero tanto a este perro, es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me miran de diferentes maneras. En los ojos de algunos veo temor, en otros intolerancia, en los ojos de la abuela veo lastima, en los de papá enojo y vergüenza, en los de mamá miedo y reproche. En los tuyos curiosidad y misterio, en los único ojos que me veo como soy, son en los ojos de mi perro Sancha. Me pidió que la cuidara cuando el ya no estuviera.
Me acerque a mi hermano y le dije un “te quiero” apenas susurrado. El me abrazo y me dijo “Yo también” era todo lo que necesitaba oír.
Pasaron los meses y el llegó a cerrar sus ojos para siempre…. Vaya paradoja yo lo acompañe en sus últimos días y el me acompaño en mis primeros pasos, no me importo perder a mi mejor amigo a cambio de conocer a mi hermano, llegándome a regalar un CD que decía “Brother in arms” significa “Hermanos en Armas”.
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