lunes, 26 de julio de 2010

La tristeza, La soledad causa silencio en la adolescencia


“Dicen que la tristeza, la soledad la tenemos todos en algún momento de nuestra vida y que nos ayuda de cierta manera pero no logro comprender que bueno puedo sacar de esto que siento y que he sentido siempre”.
En el 80 por ciento de los casos, la depresión surge de manera progresiva y gradual. De síntomas inespecíficos y silenciosos, con frecuencia pasa inadvertida incluso para el propio paciente. A veces la desencadena la muerte de una persona querida, el divorcio de los padres, la traición de un amigo, la pérdida del empleo o cualquier otro factor externo desagradable.
Incluso, el acné juvenil es una causa frecuente de depresión (muy explicable, por otra parte, ya que a determinada edad la apariencia física es un factor esencial de la autoestima). De acuerdo con un estudio reciente publicado en el British Jornal of Dermatology, casi el 6 por ciento de quienes ven su rostro invadido por granos ha pensado en el suicidio. En otros casos, sin embargo, no hay un motivo aparente para sentirse deprimido: simplemente la persona no tiene ganas de hacer nada, ni de hablar con nadie; llora sin razón y se aísla.
En los adolescentes, la depresión suele acompañar ciertos desórdenes de conducta, como anorexia, bulimia, drogadicción, violencia, promiscuidad sexual. En términos generales, se considera que podría ser desencadenada, entre otras, por causas genéticas; por enfermedades antes mortales y hoy crónicas; por efectos secundarios de medicamentos utilizados ahora masivamente; por el consumo de drogas; e incluso por el alargamiento de la vida.
En la depresión juvenil parecen intervenir otros factores: los cambios acelerados en la forma de vida, en particular, la desintegración familiar y, según la ONU, la lenta ruptura con las tradiciones y las estructuras sociales.
Para el psiquiatra Alonso-Fernández, el estrés crónico, causado por las prisas del actual estilo de vida, la sobrecarga emocional en el trabajo y la pobre comunicación interpersonal, que genera una sensación de soledad. La soledad, el egoísmo exacerbado, signo de la cultura moderna, la inseguridad afectiva y el miedo al fracaso disparan la enfermedad.
A veces todos los adolescentes se sienten tristes o necesitados. Generalmente, estas emociones son reacciones lógicas a los altos y bajos que se tienen en la vida. Sin embargo, hay adolescentes que se ven envueltos rápidamente en la tristeza y la frustración. Estos adolescentes pueden vivir en un estado que sobrepasa a la tristeza.
Cuando las emociones depresivas persisten e interfieren con la habilidad del adolescente de funcionar normalmente. Aproximadamente el 5% de los niños y los adolescentes de la población en general padecen de depresión en algún momento. Entre los adolescentes, las chicas son más propensas a sufrir de depresión que los chicos. Además, la depresión está relacionada estrechamente con el suicidio. En el caso de todos los adolescentes, los síntomas de la depresión tienden a interferir con su desarrollo normal, a interrumpir las interacciones con su familia y a afectar su desempeño escolar.
En niños y adolescentes, los episodios de depresión duran de 7 a 9 meses y muchas de sus características son similares a la de la depresión en adultos. Los niños y adolescentes deprimidos están tristes, pierden el interés en las actividades que les gustaban antes, se critican ellos mismos y creen que otros los critican. No se sienten amados, son pesimistas y se creen impotentes en lo que se refiere a su futuro; piensan que no vale la pena vivir y se podrían presentar ideas de suicidio. Los niños y adolescentes deprimidos frecuentemente se muestran irritables y esa irritabilidad puede generar un comportamiento agresivo. Son indecisos, tienen problemas para concentrarse y no tienen energía ni motivación. Podrían descuidar su apariencia e higiene y sus patrones normales de sueño podrían verse afectados.
A pesar de que existen algunas similitudes, la depresión en los jóvenes es distinta a la de los adultos en ciertas formas muy importantes . Los síntomas como el miedo a la separación o la renuencia a conocer a nuevas personas y los síntomas físicos como los dolores generalizados, dolores de estómago y de cabeza se observan con más frecuencia en niños y adolescentes que en adultos con depresión. Los latinos que sufren de depresión tienden a expresar su angustia mental en términos de sufrimiento físico. Asimismo, en los adolescentes deprimidos es más frecuente la irritabilidad que la tristeza. Por último, la depresión y otros trastornos afectivos son los factores de riesgo más importantes en el suicidio de adolescentes. Las investigaciones muestran que los padres en verdad subestiman este hecho.
El diagnóstico y tratamiento de niños y adolescentes deprimidos es un factor crítico para prevenir muchos problemas académicos, sociales, emocionales y del comportamiento. El diagnóstico oportuno puede prevenir los altos niveles de suicidio y violencia entre adolescentes que vemos en la actualidad. El tratamiento eficaz puede permitir que los adolescentes vivan una vida plena.
Los padres alertas pueden jugar un papel vital para ayudar a sus hijos a superar la depresión al identificar sus señales y síntomas básicos. Le sería de mucha utilidad que usted imprimiera la lista de los factores de depresión.

la prudencia un valor que hay que rescantar


Al hablar de la prudencia estariamos mencionado que la prudencia es una virtud de la razón, no especulativa, sino práctica: la cual es un juicio, pero ordenado a una acción concreta.
La prudencia nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia. La prudencia en su forma operativa es un puntal para actuar con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida.
La prudencia es la virtud que permite abrir la puerta para la realización de las otras virtudes y las encamina hacia el fin del ser humano, hacia su progreso interior.
La prudencia es tan discreta que pasa inadvertida ante nuestros ojos. Nos admiramos de las personas que habitualmente toman decisiones acertadas, dando la impresión de jamás equivocarse; sacan adelante y con éxito todo lo que se proponen; conservan la calma aún en las situaciones más difíciles, percibimos su comprensión hacia todas las personas y jamás ofenden o pierden la compostura. Así es la prudencia, decidida, activa, emprendedora y comprensiva.
El valor de la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la manera en que nos conducimos ordinariamente. Posiblemente lo que más trabajo nos cuesta es reflexionar y conservar la calma en toda circunstancia, la gran mayoría de nuestros desaciertos en la toma de decisiones, en el trato con las personas o formar opinión, se deriva de la precipitación, la emoción, el mal humor, una percepción equivocada de la realidad o la falta de una completa y adecuada información.
La falta de prudencia siempre tendrá consecuencias a todos los niveles, personal y colectivo, según sea el caso. Es importante tomar en cuenta que todas nuestras acciones estén encaminadas a salvaguardar la integridad de los demás en primera instancia, como símbolo del respeto que debemos a todos los seres humanos.
El ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el contrario, la persona prudente mucha veces ha errado, pero ha tenido la habilidad de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. Sabe rectificar, pedir perdón y solicitar consejo.
La prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura, perseverante, capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en quienes nos rodean, seguros de tener a un guía que los conduce por un camino seguro.

Como alcanzarla:
• El recuerdo de la experiencia pasada: Si una persona no sabe reflexionar sobre lo que le ha sucedido a él y a los demás, no podrá aprender a vivir. De esta manera la historia se transforma en maestra de la vida.
• Inteligencia del estado presente de las cosas: El obrar prudente es el resultado de un “comprender” mirando la comprensión como la total responsabilidad, como el verdadero amor que libera de las pasiones para llegar al final de la vocación humana “el conocimiento”.
• Discernimiento al confrontar un hecho con el otro, una determinación con la otra. Descubrir en cada opción las desventajas y las ventajas que ofrecen para poder llegar a realizar una buena elección.
• Asumir con humildad nuestras limitaciones, recurrir al consejo de todas aquellas personas que puedan aportarnos algo de luz.
• Circunspección para confrontar las circunstancias. Esto sería que alguna acción mirada y tomada independientemente puede llegar a ser muy buena y conveniente, pero viéndola desde dentro de un plan de vida, de un proyecto de progreso personal, se vuelve mala o inoportuna
La experiencia es, sin lugar a dudas, un factor importante para actuar y tomar las mejores decisiones. Aprender o no es nuestra opción.

lunes, 19 de julio de 2010

a ti hija


Hoy, al verte salir tan hermosa
y hecha toda una mujer,
he querido recordar,
cuando dentro de mi te llevé.
Con cuanto amor y ternura
mi vientre acariciaba,
para darte calor de madre
y que te sintieras amada.
Hoy, ya puedes tu, mi niña
ser madre también
y llevar en tus entrañas,
la vida de otro ser.
A Dios le pido en mis plegarias
que te conceda ese don
de ser madre algún día
como lo he sido yo.
Porque ese es, el don más maravilloso
que te pueda conceder,
poder sentir en tus entrañas,
la vida de otro ser.
Ojalá yo, pueda verte
y ayudarte en ese menester
de ver crecer a tus hijos
como a ti, te vi crecer.

LA EDAD DE LA AMISTAD


María tiene 15 años. Acaba de entrar en su casa. Viene de estar con una amiga. Unos minutos después, desde su habitación, comienza a enviar 'mensajitos' con su teléfono móvil. La madre de María no entiende que acabe de separarse de la amiga y quiera comunicarse con ella de nuevo.
En la pubertad y en la adolescencia, la independencia gradual de los hijos de sus padres coincide con la importancia creciente que adquieren para ellos los lazos de amistad. Esta relación no es casual si pensamos que la progresiva separación con respecto a sus progenitores, como referentes privilegiados de la infancia, deja paso a nuevos modelos de identificación: los iguales.

De ahí en adelante, los padres asisten, con más o menos perplejidad, a los cambios que se producen en sus hijos. Para entonces, las opiniones de los amigos, así como sus gustos, pasan a tener un peso hasta entonces inexistente y los intereses e ideas de los padres son objeto constante de fuertes cuestionamientos.

Apoyo extrafamiliar

Se trata de un momento de diferenciación y afirmación personal que necesariamente supone tomar distancia de los padres. Pero, al mismo tiempo, ese proceso deja al adolescente en un estado de indefensión e inseguridad. Es en ese período donde encuentra un apoyo especial en los amigos. Con ellos puede hablar de muchas cosas o permanecer en silencio, simplemente sintiendo la compañía de quien, como igual, atraviesa por circunstancias similares.

Así lo explica la psicoanalista Françoise Dolto en su libro La causa de los adolescentes: Entrará así en su adolescencia saliendo de la familia y mezclándose en grupos constituidos que, para él, tendrán momentáneamente un papel de sostén extrafamiliar. No puede abandonar completamente los modelos del medio familiar sin antes disponer de modelos de relevo.

Aclara que no son sustitutos, sino elementos de transición que contribuyen a su progresiva autonomía. Además, las grandes turbulencias físicas y psíquicas de esa época generan en los adolescentes un estado interior de gran malestar. En ese momento de inquietud y confusión, que ellos no pueden explicar, los amigos logran hacerles más soportable la vida.

jueves, 15 de julio de 2010

Inspire amor hacia el aprendizaje


Los niños que tienen amplio conocimiento y experiencia en una variedad de temas encontrarán el aprendizaje y la escuela más fácil y más interesante que aquellos que no los tienen. Los padres tienen el privilegio y la responsabilidad de compartir sus experiencias de vida con sus niños.
Hablar con sus niños sobre sus experiencias diarias les ayudará a usted y a su niño a entender mejor los diferentes puntos de vista, valores, sueños, e intereses de otras personas. Los padres no solamente necesitan hablarles, sino también escuchar a sus niños. Contestarles preguntas, o ayudarles a buscar respuestas, ayudará mucho a sus niños a desarrollar el valor de respeto a sí mismos.
Muchos padres piensan que actividades tales como ir al zoológico, museos, o presentaciones, compensarán el tiempo perdido con sus niños. Pero, también puede haber actividades educativas diarias, tales como ir al banco, ir de compras a la tienda, o hacer cualquier proyecto en casa. Los padres necesitan planear anticipadamente algunas cosas que pueden ayudar a su niño a descubrir el mundo.
Aquí hay algunas sugerencias para que usted y su niño disfruten de algunas actividades:
• Miren noticias o programas educativos por televisión.
• Renten o compren videos educativos.
• Visiten museos de historia natural, ciencia, arte, museos para niños, zoológicos, jardines botánicos, y algunos lugares históricos de su lugar.
• Visiten parques y bosques de la ciudad, o hagan un viaje corto a un lugar cercano.
• Lean artículos en el periódico, noticias, y algún otro tipo de revistas.
• Vayan a la biblioteca pública.
• Hagan de las vacaciones una experiencia de aprendizaje.
• Hagan pequeñas fiestas con un "tema" especial para los niños. Por ejemplo, una fiesta de disfraces alegóricos a una época, una presentación teatral, la imaginación es importante en este tipo de actividades.
Algo importante que los padres deben recordar es que ellos son los profesores más importantes en la vida de sus niños. Los niños desde que nacen muestran ansiedad por aprender, pero los padres necesitan ayudarles a canalizar ese aprendizaje. Hablar con los niños antes, durante, y después de cualquier actividad les ayuda a aprender los pasos necesarios en el aprendizaje.
Esta conversación también mejorará la comunicación y relación diaria con su niño. Cuanto más hable el uno con el otro, mejor será la comunicación y más placentera, y mejor conocerá usted a su niño.

lunes, 5 de julio de 2010

Matrimonios en etapas critica ¿cómo afecta a los hijos?


En los últimos años parece que cada vez se da un índice desmesurado de separaciones y crisis conyugales, aunque también es verdad que cada vez más las parejas buscan soluciones en los profesionales del comportamiento.
Publicado en http://personales.com/espana/madrid/apsired/crisis-de-pareja.htm
En la vida cotidiana en pareja todo gira siempre a torno a pequeñeces cotidianas que emergen una y otra vez intentando romper la estabilidad lograda. Hay que decir antes de nada que en toda relación de pareja sobrevienen crisis o momentos difíciles que son completamente normales y que se inscriben dentro del proceso normal de maduración conyugal. La vida en pareja tiene una serie de etapas bastante estandarizadas que pueden llevar a situaciones de riesgo, sin embargo son crisis de crecimiento, de compenetración y maduración. De un modo general podemos distinguir los siguientes periodos:
Etapa de formación de la estabilidad de la pareja. Es aquella fase inicial posterior a la fase de enamoramiento cuando se atraviesa la barrera de estar con uno mismo a pensar que se está con una persona con la que se puede llegar a compartir la vida.
Etapa de afirmación. Es la etapa de los primeros años de la unión estable de la pareja, bajo un mismo techo. Las personalidades están madurando pero es un proceso de adaptación costoso donde cada miembro de la pareja intentara imponer sus condiciones y en esa búsqueda del equilibrio estará el triunfo de la relación. Es una etapa donde tiene que reinar la tolerancia, el saber escuchar y llegar a compromisos. Suele ser la etapa de la llegada de los hijos que suponen una fuente de estrés importante.
Etapa de la mitad de la vida. Es una etapa de análisis minucioso del tiempo vivido, una etapa de balances. Es una etapa peligrosa para la relación de pareja si esta no tiene unas bases fuertes. En esta época la pareja puede morirse por cansancio y aburrimiento entre ambos, no hay nada que decirse, no se comparten hechos, impresiones, ilusiones futuras. Por otro lado pueden aparecer relaciones extraconyugales, los miembros de la pareja se sienten impelidos por estímulos novedosos, el tercero/a en discordia, y además suele suponer una inyección para “el ego de la persona”, ya que se ve con la capacidad para atraer y seducir a alguien. Si se dan relaciones extraconyugales las consecuencias serán negativas a medio o largo plazo para la pareja.
Etapa de la vejez. En esta etapa, la pareja que se ha mantenido firme y unida se une más estrechamente y el amor se hace más rico, mas autentico, comprensivo y sólido. Cuando han existido rupturas, la situación se experimenta de otro modo y es habitual que asomen sentimientos de culpa, frustración o desencanto, que dan una visión negativa y triste de la vida en común.
A continuación vamos a explicar que diferentes tipos de crisis pueden afectar a las parejas a lo largo de su relación:
Desgaste de la convivencia. En todas las parejas se dan crisis por el simple hecho de vivir juntos, es un desgaste normal. Una condición básica de la pareja madura es amar al otro con sus cosas positivas y negativas, pero después de haber intentado suprimir los ingredientes negativos que más afectan a la armonía conyugal.
Crisis de identidad. Son aquellas situaciones donde uno de los miembros de la pareja empieza a preguntarse cosas sobre su vida familiar, profesional. Al hacer balance de su vida en pareja no se siente feliz o duda sobre si es la vida que quería llevar. Podríamos hablar de comportamientos inmaduros típicos de personas que no saben lo que quiere, personas que han crecido sin un modelo de identidad, que no se conocen a si mismas, que tienen fuertes contradicciones internas y muchas veces una absoluta falta de responsabilidad.
Infidelidades. Por regla general este tipo de crisis son graves y suelen deslizarse hacia la ruptura, están teñidas de fuertes tensiones emocionales y de un acentuado deterioro de la vida en pareja. A veces se mantiene la vida de la pareja gracias a la capacidad de renuncia y sufrimiento de una de las partes, que llega a tener comportamientos verdaderamente heroicos.
Intromisión de la familia política. En este tipo de crisis lo que suele suceder es que la actuación desacertada e inoportuna de alguna parte de la familia política provoca una situación difícil y cargada de tensiones psicológicas.
Excesiva dedicación a la vida profesional. Aquí la clave va a residir en un excesivo tiempo dedicado a la vida profesional. Se da mucho mas en los hombres, sobre todo profesionales liberales que cada vez tienen menos tiempo para él y su familia puesto que su trabajo le ocupa la mayor parte del tiempo. En estas situaciones muchas veces se encuentran relaciones extraconyugales que aun complican mas la situación.
Enfermedad psíquica de uno de los miembros de la pareja. Cuando uno de los miembros de la pareja sufren trastornos psicológicos o psiquiátricos se dan crisis importantes. Aunque afortunadamente la mayoría son trastornos pasajeros (ansiedad, depresión) a veces se dan auténticos problemas de tipo psiquiátrico (paranoia, delirios, esquizofrenia) que hacen muy difícil la convivencia.
Monotonía. Es la crisis que se da cuando la vida se vuelve vacía, insípida, uniforme, aburrida, insustancial, etc. En este tipo de crisis lo que falta son recursos para evitar la rutina y su pronostico puede mejorar si ambos miembros de la pareja hacen algo por combatir el tedio.
Ascenso profesional no compartido. Por lo general estas crisis tienen lugar porque uno de los miembros de la pareja ha tenido un importante ascenso profesional en breve tiempo, dejando a su pareja en un cierto desnivel. Generalmente se da mas en hombres; las mujeres no han seguido los pasos de ellos porque han tenido otras ocupaciones y porque el hombre cada vez hace menos vida familiar.

Relación de los famosos al momento de ser padres


La fama no siempre es color de rosa, ya lo sabemos muy bien. Y como todo empieza en casa, es muy común que los famosos no tengan una buena relación con sus padres, ya sea porque los culpan de sus males o porque los grandulones hacen cualquier cosa por ganar un poco de la fama de sus hijos.
Vaya uno a saber por qué, esta mala relación se da particularmente entre hijas famosas y padres varones. Para que sepan de lo que hablo, hoy les traigo una breve reseña de los peores casos.
Jamie Spears Vs. Britney Spears. Con la excusa de que un juez dictaminó que Brit está desequilibrada, su padre tiene el control sobre sus finanzas y cobra 16 mil dólares mensuales de base tan sólo por cuidar a su hija, algo que cualquier padre “normal” haría de corazón y, por sobre todo, gratis. Lo peor: hace un año, Britney aseguró que su padre la amenazó varias veces con quitarle sus hijos. ¿A ningún juez se le ocurrió pensar que gran parte del estrés que carga Brit–Brit pueda provenir de la presión que le impone el Sr. Spears desde que era una niña?

Algunas mujeres pueden sufrir de depresión después del parto


La depresión post parto consiste en el desarrollo de una depresión en la madre tras el nacimiento de su hijo. A veces, esta depresión puede tener una fácil explicación, bien porque el hijo no ha sido deseado o porque no es normal. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones la depresión parece no tener sentido: "Deseaba tanto tener este hijo y ahora que lo tengo me siento completamente desdichada", "¿Qué me está pasando?", "El parto fue magnífico, mucho mejor de lo que esperaba, y todo el mundo se portó maravillosamente conmigo, especialmente mi marido. Yo debería dar saltos de alegría", "Tenía miedo que el bebé tuviera algún defecto al nacer, pero es perfecto", " Entonces, ¿Porqué no lo estoy disfrutando?, Quizás no valgo para ser madre".

Las mujeres que pasan por esta situación no son unas desagradecidas o unas malas madres sino que están experimentando una de las complicaciones más frecuentes del parto, la depresión post parto, un trastorno que todavía sufren en silencio un gran número de mujeres.
Estadísticas de la depresión posparto
La depresión post parto es una de las enfermedades más frecuentes tras el parto ya que afecta a una de cada diez parturientas. Cerca de 15% de las madres que acaban de dar a luz en el mundo sufren una depresión severa que les impide disfrutar de su maternidad. La mayoría de los casos surge en el primer mes tras el parto, aunque en ocasiones este trastorno puede dar la cara seis meses más tarde.
Causas de la "melancolía de la maternidad"
Todavía no se sabe, con exactitud porqué las mujeres desarrollan depresiones post parto como para poder estar seguros de quien la desarrollará y quién no. Probablemente no existe una causa única sino más bien diferentes tipos de estrés que pueden tener la misma consecuencia o que pueden actuar conjuntamente. Los niveles de hormona cambian durante el embarazo e inmediatamente después del parto. Esos cambios hormonales pueden producir cambios químicos en el cerebro que juegan un papel clave para causar la depresión. Además, existen algunos "factores de riesgo" que se debe conocer:

- Alguna historia previa de depresión (especialmente de depresión post parto).
- Falta de apoyo por parte de la pareja.
- Un bebé prematuro o con cualquier tipo de enfermedad.
- El que la nueva madre hubiera perdido a su madre cuando era niña.
- Una acumulación de acontecimientos vitales adversos, como el fallecimiento de un ser querido, la pérdida del empleo de la paciente o de su pareja, problemas económicos, problemas de vivienda.

Sin embargo, una mujer puede sufrir una depresión post parto sin que se aprecie ninguna razón obvia para la misma.