lunes, 5 de julio de 2010
Matrimonios en etapas critica ¿cómo afecta a los hijos?
En los últimos años parece que cada vez se da un índice desmesurado de separaciones y crisis conyugales, aunque también es verdad que cada vez más las parejas buscan soluciones en los profesionales del comportamiento.
Publicado en http://personales.com/espana/madrid/apsired/crisis-de-pareja.htm
En la vida cotidiana en pareja todo gira siempre a torno a pequeñeces cotidianas que emergen una y otra vez intentando romper la estabilidad lograda. Hay que decir antes de nada que en toda relación de pareja sobrevienen crisis o momentos difíciles que son completamente normales y que se inscriben dentro del proceso normal de maduración conyugal. La vida en pareja tiene una serie de etapas bastante estandarizadas que pueden llevar a situaciones de riesgo, sin embargo son crisis de crecimiento, de compenetración y maduración. De un modo general podemos distinguir los siguientes periodos:
Etapa de formación de la estabilidad de la pareja. Es aquella fase inicial posterior a la fase de enamoramiento cuando se atraviesa la barrera de estar con uno mismo a pensar que se está con una persona con la que se puede llegar a compartir la vida.
Etapa de afirmación. Es la etapa de los primeros años de la unión estable de la pareja, bajo un mismo techo. Las personalidades están madurando pero es un proceso de adaptación costoso donde cada miembro de la pareja intentara imponer sus condiciones y en esa búsqueda del equilibrio estará el triunfo de la relación. Es una etapa donde tiene que reinar la tolerancia, el saber escuchar y llegar a compromisos. Suele ser la etapa de la llegada de los hijos que suponen una fuente de estrés importante.
Etapa de la mitad de la vida. Es una etapa de análisis minucioso del tiempo vivido, una etapa de balances. Es una etapa peligrosa para la relación de pareja si esta no tiene unas bases fuertes. En esta época la pareja puede morirse por cansancio y aburrimiento entre ambos, no hay nada que decirse, no se comparten hechos, impresiones, ilusiones futuras. Por otro lado pueden aparecer relaciones extraconyugales, los miembros de la pareja se sienten impelidos por estímulos novedosos, el tercero/a en discordia, y además suele suponer una inyección para “el ego de la persona”, ya que se ve con la capacidad para atraer y seducir a alguien. Si se dan relaciones extraconyugales las consecuencias serán negativas a medio o largo plazo para la pareja.
Etapa de la vejez. En esta etapa, la pareja que se ha mantenido firme y unida se une más estrechamente y el amor se hace más rico, mas autentico, comprensivo y sólido. Cuando han existido rupturas, la situación se experimenta de otro modo y es habitual que asomen sentimientos de culpa, frustración o desencanto, que dan una visión negativa y triste de la vida en común.
A continuación vamos a explicar que diferentes tipos de crisis pueden afectar a las parejas a lo largo de su relación:
Desgaste de la convivencia. En todas las parejas se dan crisis por el simple hecho de vivir juntos, es un desgaste normal. Una condición básica de la pareja madura es amar al otro con sus cosas positivas y negativas, pero después de haber intentado suprimir los ingredientes negativos que más afectan a la armonía conyugal.
Crisis de identidad. Son aquellas situaciones donde uno de los miembros de la pareja empieza a preguntarse cosas sobre su vida familiar, profesional. Al hacer balance de su vida en pareja no se siente feliz o duda sobre si es la vida que quería llevar. Podríamos hablar de comportamientos inmaduros típicos de personas que no saben lo que quiere, personas que han crecido sin un modelo de identidad, que no se conocen a si mismas, que tienen fuertes contradicciones internas y muchas veces una absoluta falta de responsabilidad.
Infidelidades. Por regla general este tipo de crisis son graves y suelen deslizarse hacia la ruptura, están teñidas de fuertes tensiones emocionales y de un acentuado deterioro de la vida en pareja. A veces se mantiene la vida de la pareja gracias a la capacidad de renuncia y sufrimiento de una de las partes, que llega a tener comportamientos verdaderamente heroicos.
Intromisión de la familia política. En este tipo de crisis lo que suele suceder es que la actuación desacertada e inoportuna de alguna parte de la familia política provoca una situación difícil y cargada de tensiones psicológicas.
Excesiva dedicación a la vida profesional. Aquí la clave va a residir en un excesivo tiempo dedicado a la vida profesional. Se da mucho mas en los hombres, sobre todo profesionales liberales que cada vez tienen menos tiempo para él y su familia puesto que su trabajo le ocupa la mayor parte del tiempo. En estas situaciones muchas veces se encuentran relaciones extraconyugales que aun complican mas la situación.
Enfermedad psíquica de uno de los miembros de la pareja. Cuando uno de los miembros de la pareja sufren trastornos psicológicos o psiquiátricos se dan crisis importantes. Aunque afortunadamente la mayoría son trastornos pasajeros (ansiedad, depresión) a veces se dan auténticos problemas de tipo psiquiátrico (paranoia, delirios, esquizofrenia) que hacen muy difícil la convivencia.
Monotonía. Es la crisis que se da cuando la vida se vuelve vacía, insípida, uniforme, aburrida, insustancial, etc. En este tipo de crisis lo que falta son recursos para evitar la rutina y su pronostico puede mejorar si ambos miembros de la pareja hacen algo por combatir el tedio.
Ascenso profesional no compartido. Por lo general estas crisis tienen lugar porque uno de los miembros de la pareja ha tenido un importante ascenso profesional en breve tiempo, dejando a su pareja en un cierto desnivel. Generalmente se da mas en hombres; las mujeres no han seguido los pasos de ellos porque han tenido otras ocupaciones y porque el hombre cada vez hace menos vida familiar.
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