martes, 24 de agosto de 2010

CYTOTEC, culpable o NO de la muerte de un inocente


En el momento de escribir este artículo, se me vino a la mente un hecho tan cruel que está ocurriendo en Ecuador y todos sus Provincias sucede que en la ciudad de Manta han aparecido hace dos semanas propagadas con el lema “ABORTO SEGURO” Y llamar al número de celular 0990045—pintado este lema en los diferentes colegios y escuela de la ciudad de Manta, causado un hecho tan bochornoso.
Porque lo digo de esta manera, al no compartir la idea que un pequeño en indefenso feto que no deseo ser concebido, lo acabe de esta forma tan vil… y cruel, y al parecer dicha compañía le da la información necesaria a los jóvenes que pastilla debe tomar como lo es la CYTOTEC, ¿cuales SERIA los efectos? y el transcurso que tardaría esta en hacer efecto.
Bueno ahora analicemos los signos de un aborto involuntario, para que hagamos un alto a este vil crimen y muchas veces acusamos o señalamos con el dedo a un asesino o sicario sin saber lo que realmente no necesita tener una pistola ya que en las manos esta envenenado y acabado con la vida de un ser que no tienen la culpa de morir de tal manera.
Es importante reconocer los signos y síntomas de un aborto involuntario, de modo que una apropiada atención médica pueda ser solicitada.
El aborto espontáneo o aborto involuntario es la finalización inesperada de un embarazo antes de que el feto esté plenamente desarrollado y capacitado para sobrevivir fuera del útero. Aproximadamente el 10-15% de los embarazos confirmados acaban en abortos involuntarios. A veces se produce incluso antes de que la mujer se dé cuenta de que está embarazada. En la mayoría de los casos, los abortos involuntarios ocurren dentro de las tres primeras semanas de embarazo, antes del período de gestación de 20 semanas. Hay un uno por ciento de posibilidades de que haya un aborto involuntario después de las 20 semanas de gestación. Abortos involuntarios como el mencionado se llaman abortos involuntarios tardíos. Un aborto involuntario es una cosa desafortunada para cualquiera, y la razón de mucha angustia.

Signos de un Aborto Involuntario
* Manchado o sangrado sin dolor
* Dolor abdominal severo con sangrado
* Líquido que fluye fuera de la vagina, sin ningún tipo de dolor o sangrado

Si observas los signos y síntomas arriba citados, es aconsejable que acudas a tu centro de salud. Entonces te podrán realizar una ecografía y un examen pélvico para confirmar el aborto involuntario. Si el útero está despejado y el aborto involuntario es completo, no hay necesidad de tratamiento.
Si el aborto es incompleto, entonces se realiza un procedimiento de dilatación y raspado, o dilatación y extracción. Si los síntomas de un aborto involuntario son visibles, pero no están confirmados, entonces el reposo en cama es a menudo prescrito para varios días.
Si una mujer ha tenido más de dos abortos involuntarios seguidos, podrían ser necesarios análisis de sangre, pruebas genéticas o medicación. Repetidos abortos involuntarios suelen evaluarse mediante diversos procedimientos de diagnóstico.
Miriam” ” estuvo embarazada una semana, luego ya no. Aborto. Hacerlo no significó ir a escondidas a una clínica clandestina
Pero el trauma, el dolor, el sentimiento de muerte en haber provocado un aborto casi cobra su propia vida.
MIRIAM
Miriam tiene 23 años de edad y vive en Torreón. El año pasado se embarazó cuando interrumpió su dosis de pastillas anticonceptivas. Tras la prueba casera lo confirmó. En octubre de 2006, a los dos meses y medio de embarazo, tuvo que poner en la mesa sus opciones.
“Empecé a pedir consejo, le llamé a una amiga y empezamos a ver. Me acuerdo que me preguntó ‘¿qué quieres hacer?’ Y es que era pensar que eso podía arruinar mis planes a futuro. Ahorita no tengo seguro, estoy en un trabajo donde estoy a prueba y el tenerlo sería truncarlo todo”, dice Miriam quien cuenta con una licenciatura y ya antes había salvado vidas como socorrista de Cruz Roja.
Pensó en métodos como inyecciones, que usó cuando tenía una semana y media de retraso en su menstruación, aunque no la certeza de estar embarazada. Pensó en recurrir a un legrado, que podría hacerse aquí mismo. Finalmente, optó por pagar poco más de mil pesos para comprar unas pastillas para la úlcera.
Es un medicamento común (su nombre de omite), que en las contraindicaciones advierte que no deben tomarlo mujeres embarazadas pues tiene componentes abortivos.
Pero la forma en que Miriam relata su experiencia da cuenta de que es un secreto que corre con bastante facilidad en la clásica cadena del que conoce a alguien, que conoce a alguien, que conoce a alguien...
“Supe por mi amiga que tenía unas amigas, porque una amiga de su amiga las había usado”, cuenta. “Las compramos, son pastillas que cualquiera te vende, no es así como clandestino. Yo me imaginaba que iba a ser en una casa y que una señora iba a salir y te las iba a dar junto con una hierbas pero no. Vas a la farmacia y las compras, en sí son para la gastritis pero hasta los encargados saben que se usan también para otra cosa”.
La indicación era sencilla: dos pastillas vía oral y dos que tendría que introducir en la vagina. Sin embargo, el primer intento de aborto no funcionó por lo que a los tres días lo hizo de nuevo. Esta vez con ocho pastillas en un lapso de tres horas.
“A lo que más le temía era a desangrarme. Quien me las vendió decía que iba a haber sangrado, pensé que iba a ser peor de lo que fue. Sí tenía miedo pero era más mi miedo de no hacerlo. Mi novio decía ‘yo te apoyo, lo que tú decidas, si quieres nos casamos’ pero realmente yo lo veía en su cara, él tampoco lo quería, era algo que no me podía ocultar”.
Finalmente la “bolsita” –como lo llama- “se arrancó” y salió de su cuerpo envuelta en un coágulo de sangre.
“Al principio fue mi egoísmo de decir que va a arruinar mi vida, luego me di cuenta de que yo se la arruiné a él y sí, de alguna forma qué mala soy, pero yo tengo que seguir”, remata Miriam.
Ahora, si fuera a aconsejar a una “amiga de una amiga de una amiga” que quiere un aborto, ya no lo recomendaría.

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