martes, 17 de agosto de 2010
La ciencia un virus que engaña…
Soy una mujer casada, tengo 2 hijos. Les cuento que me pasó un caso muy doloroso: me cuidaba con pastillas por cierto tiempo, pero después quedé embarazada, pero en este embarazo tuve muchos malestares y problemas.
Fui donde el médico, me hicieron una ecografía y según el médico, tenía una malformación y él me dijo que tenía que sacármelo. Fui donde otros especialistas y también decían lo mismo, solamente un doctor me dijo que no me lo sacara pues eso era un aborto, que si tenía fe en Dios que creyera, que ese hijo que llevaba en mi vientre iba a nacer bien o naciera como naciera, igual es mi hijo y tenía que brindarle amor.
Este médico me hizo reflexionar en ese momento. Llegado los 8 meses y después de dialogar con mí esposo, en pensar en el problema del niño, me llené de temor y tomé la cruel decisión de sacármelo. Fui donde un médico para que me lo sacara, me dijeron que tenía que presentar los dolores, porque así no me lo podían sacar.
Fui donde otro médico y me colocó una inyección para que se me adelantaran los dolores o contracciones. De vuelta a mi casa, entré en una duda, tenía miedo, había perdido la fe. Ya con los dolores me dirigía hacia el hospital en Plato. En el viaje yo miraba a mi esposo y él a mí, ambos llorábamos por la cruel decisión que habíamos tomado.
Al día siguiente, al medio día me hicieron la cesárea y para asombro de los médicos, el niño estaba perfectamente bien. Era un niño hermoso, blanco y tierno, tenía su cabellito negro y yo al verlo lloraba de felicidad al ver un niño tan bien formado y hermoso. Los médicos no se explicaban qué había pasado (ellos y sus estudios). Lamentablemente, el niño no pudo resistir y murió en la cesárea; también, me desconectaron, pues ya estaba planeando también eso.
Hoy estoy tan dolida y tan arrepentida por haber matado a mi hijo, me siento engañada por la ciencia y estoy tan dolida por no tener fe en Dios y creerle a ese doctor. Confieso que he quedado con problemas después de haberme desconectado, paso inflamada, con hemorragias y lo peor, después de la desconexión perdí totalmente el apetito sexual. Marelvis, Colombia.
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