lunes, 14 de junio de 2010

Hijos al volante: La responsabilidad de los padres


Si tiene un hijo adolescente próximo a obtener su licencia de conducir, sepa que tanto él como usted son responsables ante la situación de adquirir dicha licencia. Su hijo, con su conocimiento sobre el manejo y sus aptitudes físicas y psíquicas, y usted, con la responsabilidad de otorgarle la autorización teniendo la seguridad de que realmente será cabal al poseerla.
Según las estadísticas, los jóvenes de 15 a 24 años constituyen un tercio del total de los accidentes de tránsito con víctimas fatales. Es decir, los adolescentes se ven envueltos en tres veces más cantidad de accidentes fatales que el resto de los conductores. Esta lamentable estadística se debe a la combinación entre la inmadurez emocional de un joven de esta edad, sus comportamientos riesgosos y la falta de experiencia en la conducción.
Teniendo en cuenta esta problemática y para comenzar a analizar la situación de la adquisición de la licencia de conducir a tan temprana edad, es necesario tener en cuenta, en primer lugar, que el tránsito de una ciudad está conformado por distintas personas que componen la vía pública; entre ellos, conductores, peatones, acompañantes, etc. Al pensar en su hijo(a) como conductor de un vehículo, no pierda de vista el riesgo que pudieran implicar aquellas otras personas que comparten este sistema con él/ella y usted no conoce.
Cuando un “no”
Para un adolescente obtener su licencia de conductor es un hecho trascendental en su vida, al mismo tiempo es generadora de ansiedad e impaciencia.
Los padres conocen muy bien a sus hijos. Por este motivo saben cómo actuarían o cuáles serían sus pensamientos o decisiones ante situaciones desconocidas o imprevistas. A su vez, reconocen si son lo suficientemente maduros y estables como para obtener una responsabilidad tan grande como la de conducir un vehículo.
Por lo tanto no vienen mal algunas recomendaciones para aprender a reconocer en sus hijos estas actitudes poco deseables que deberían desembocar en un “no” a la autorización de la deseada licencia. Algunos ejemplos:
1. Si la personalidad de su hijo es impulsiva, inestable o agresiva.
2. Si es irresponsable o inmaduro en sus situaciones cotidianas (estudio, trabajo, etc.).
3. Si suele exponerse o verse envuelto en situaciones peligrosas. Si participa de peleas o discusiones habitualmente.
4. Si su actitud frente a la autoridad es inapropiada, si responde o no a las órdenes, etc.
5. Si copia actitudes peligrosas de determinados amigos o se deja llevar por ellos en cualquier situación.
Educación y compañía
¿Puede un adolescente aprender solo a manejar y tener conciencia de cómo comportarse? Creemos que el adolescente debe contar con el apoyo de sus padres quienes así lo inicien en la práctica de la conducción. De esta manera, el joven tomará todas las modalidades y ejemplos prácticos que el padre le transmita en forma clara y de fácil entendimiento haciendo hincapié en las normas de seguridad. Proponer una conducta que priorice la paciencia y el respeto al prójimo es una virtud a fortalecer por parte de los padres, porque lamentablemente es común encontrar a jóvenes muy lejos de este estereotipo.
En el caso de que usted no tenga la suficiente paciencia para poder enseñarle a su hijo(a) la difícil tarea de ser un conductor defensivo, tenga en cuenta la opción de las escuelas de conducción. Aquí se encontrará con personas especialmente entrenadas en esta tarea, con paciencia y vehículos adecuados para las prácticas, con aulas de entrenamiento y enseñanza en cuanto a la teoría que tendrá que saber a la hora de obtener la licencia de conducir.
Lo que intentamos mediante esta nota es esclarecer datos para que usted conozca cuál es el perfil que debería tener un conductor a la hora de sacar su licencia de conductor, y asemejarlo con la personalidad y características de sus hijos; y aunque este hecho le produzca a su hijo(a) mucha ansiedad y no pueda esperar, sepa que es un hecho que requiere de mucho conocimiento y responsabilidad, por lo cual usted como padre tendrá que evaluar si su hijo adolescente no corre peligro, ni lo generará, al obtener esta licencia para conducir.
Fuente: Revista Bekaritos

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